Periodicamente según el estado de la caldera y/o circuitos se procede a la realización de una limpieza química con el fin de elimanar los puntos de corrosión, incrustaciones, etc. Con ello se consigue aumentar el rendimiento energético y alargar la vida de la misma.
Se diseña el tratamiento y limpieza en función del estado de la instalación y de la naturaleza del agua de aporte con la que se este trabajando..
Una vez hecho esto, se procede a la aplicación de los productos (ácidos y anticorrosivo,...)
Se pueden realizar diferentes tipos de limpiezas:
1.- Limpiezas físico-mecanicas
a) Con agua y aire a elevada presión
b) Chorreado con arena, en seco y en corriente líquida
c) Empleo de ultrasonidos
d) Empleo de shocks térmicos
2.- Límpiezas químicas
a) Por inmersión
b) En fase vapor y con espuma
c) Por recirculación
d) Por llenado y vaciado
Así mismo se pueden utilizar diferentes tipos de productos químicos según las caracteristica de la instalación y su estado, tales como:
- Acidos (clorhidrico, fosfórico, etc)
- Alcalis (sosa, hidróxido amónico, fosfatos)
- Dispersantes, humectantes y penetrantes
- Sales inorganicas
- Solventes
- Inhibidores de corrosion
- Quelatos